domingo, 30 de diciembre de 2007

¿Qué nos hiciste Kafka?

Me he dado cuenta de algo que odio del verano : la aparición de las odiosas cucarachas (y dejemos de lado el tema mosquitos, para cubrir en otra entrada)

No les tengo miedo ni asco a estas criaturas del diablo (?) pero simplemente su aparición nocturnas es molesta. Generalmente mi madre y, sobre todo, mi hermana piden a gritos mi ayuda para matarlas. Soy letal con ellas, nunca fallo.

Eran aproximadamente las 2 am del día de ayer, cuando veo a un costado de mi pie izquierdo una cucaracha, trato de hacer un movimiento seco y letal para ponerle fin a su existencia... pero para mi desgracia fallo.
El vil insecto se dirige hacia atrás de unas cajas de zapatos, llenas de chucherias, que guardo abajo de mi escritorio desde la mudanza. El panorama era complicado. Este es un lugar oscuro y lleno de pequeños recovecos donde esconderse.

Con un despliegue armamentístico, agarro la lámpara del escritorio y un zapato ... inspecciono todo el lugar ... ni rastros de la cucaracha. Hasta que de golpe decide salir de su escondite el cual consideraba irrumpido para dirigirse a otro mejor. Claramente fue una decisión muy perspicaz, porque no pude ver hacia donde se dirigió el artrópodo.

A todo esto, ya era tarde, tenía sueño y claramente la proeza de buscar el escondite de la cucaracha no era una idea muy brillante. Decidi irme a acostar y que sea lo que Dios quiera. Probablemente a la mañana siguiente al abrir la ventana se escaparía o saldría a recorrer el gigantesco mundo - mi casa-.

No se si quedé un tanto paranoica, pero en el silecio de la noche sentía ruido de patas. Ese característico ruido de un insecto caminando sobre parquet.

Y la noche se hizo mañana y no había rastros de la cucaracha, es más ... me había olvidado de su existencia ya que me tuve que concentrar en matar a una polilla desafiante, ya que he tenido experiencias pasadas y si no las mato el ruido del aleteo nocturno no me deja dormir.
A todo esto se preguntarán: ¿Soy una asesina en serio de insectos?¿Acaso mi casa queda en medio de la selva?

La cuestión es que hoy, luego de matar a la polilla (tengo registros de este hecho), diviso en el espacio entre el zócalo y la pared la cabeza de la susodicha. Realmente parecía que me miraba y disfrutaba. Me saco el sombrero ante ella, eligió un excelente lugar para pasar el día.
Estaba descalza, asi que pisarla no era una opción. Me quedo quieta y trato de procesar mis alternativas lo más rápido posible, pero en cuanto llego al zapato más cercano, la cucaracha se desvaneció.

Me rindo por segunda vez y vuelvo a mi pc. Cuando, luego de un rato, veo que aparece subiendo la pared atrás de la laptop. Me digo: "esta es mi chance". Pero realmente parece que hubiese leido mis pensamientos, porque huyó la muy cobarde.
Acto seguido aparece en el piso, al lado del cablerío, trato de darle un pantuflazo pero le erro por poco y casi termino con un dedo lastimado.

La cucaracha sigue viva. La estoy esperando con una pantufla. Su destino está escrito, no podemos seguir las 2 en el mismo cuarto. O es ella o soy yo.


Esta historia aún no termina.

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